A lo largo de mi experiencia profesional, la mayor parte de los pacientes atendidos, sufrían en mayor o menor medida déficits en la autoestima.
La gente no se acepta, no se valora, no se quiere…
Resumiría la finalidad de mis tratamientos como una inversión en uno mismo, ya que si se consigue una buena auto aceptación, lograremos una personalidad armónica y bien estructurada.